Nightmare

Un grito nocturno desgarrador es la evidencia de que no estoy con Morfeo, que mi alma no descansa en paz, que en realidad no sé si esta conmigo.
Ese fantasma que me acosa noche tras noche en otoño e invierno, me sella los labios y me quita el aliento.
Anhelo respirar honda profunda y pacíficamente, dormir sabiendo que mañana todo estará bien. Eso es lo que quiero.
No quiero dormir, ¡No quiero!... No, si volveré a sentir el frío recorriendo mi medula, no si tendré que enfrentarme a la oscuridad y desolación.

¡Quiero estar en sus brazos! Oraré para que venga noche tras noche a velar mis sueños, sólo en sus brazos concilio el sueño, sólo puedo sentirme tranquila cuando sé que él esta conmigo y sé entonces que nada me pasará... nada. Nada pasa.

Otra vez este frío diciembre maldito, me congela los sentidos... Es mi culpa... ¿Es mi culpa? ¡No lo es! No lo es... Miles de imagenes en mi mente, proyectan la misma película  una y otra vez, y siempre me quedo llena de impotencia. Se siente como si atreves de mis manos quisiesen escapar torrentes de ácido...

Y así, vueltas y vueltas a mi cama una noche más...