viernes, 3 de febrero de 2012

Perfecta

Hace tiempo te escribí que arrojarás la escultura que tienes de mi...

¡Oh sorpresa! la que tiene que arrojarla soy yo, detrás de mi sonrisa amable estoy encabronada, detrás de mi frialdad siempre necesito un abrazo, detrás de mi "Yo puedo" siempre tengo el temor a fracasar, detrás de mi trabajo y mis felicitaciones hay un apego a la seguridad de lo que tengo, detrás de mis calificaciones perfectas hay una tonta con miedo a fallar, detrás de parecer la madre perfecta esta el temor a fallar, detrás de el amor que siento por ti existe el temor de no ser correspondida y de no merecerte.

Temor, miedo y otra vez temor. El miedo es un sentimiento irracional a lo que no conocemos, todo eso que nos impide dar un paso más.

Este miedo a no ser perfecta, a que se acabe la vida, a ver como se me escapa de las manos y sigo en mi circulo, en medio de este estrés constante de jugar el rol de mamá-papá, empleada del mes, mejor estudiante, la novia más amorosa y la ama de casa ideal me vuelve loca. Y en medio de mi histeria lo ultimo que necesito es una ostentosa historia de vidas perfecta o que al menos han sabido jugar sus cartas para asemejarse y actuar con la perfección que tanto añoro. Simplemente no me hace feliz esta situación y menos que alguien venga a decirme como actuar, qué, cuando y como. El problema no es que no sepa como hacerlo, de que forma o cuando, la situación es que no me interesa. No encuentro el motivo para hacerlo si en mi futuro hay dolor indescriptible y una lucha por sobrevivir día a día.

¿No ves sonrisas últimamente en mi rostro? ¿No me ves tranquila? ¿No me sientes?
Disculpa, yazco en un sueño del que no quiero despertar, el amor que necesito para salir. Estoy huyendo de la realidad para que no me encuentre con la esperanza de disfrutarla y me asalte con tristezas.
Hoy, no tengo ganas de luchar, sé que estas a mi lado pero no te veo, es como caminar por una brumosa vereda en donde ni siquiera puedo sentir la punta de tus dedos, camino con la frente en alto,un nudo en la garganta, algunos pesos contados en el bolso y un desorden en mi bolso que refleja el desorden de mi mente; Pañuelos para secar las lágrimas del alma, dulces para el amargo sabor de mi abandono, plumas para las escribir las purgas de mi ser, maquillaje para disimular mi tez afligida y un montón de basura que guardo para encontrar el lugar en el que van...

Otra vez desordenada tratando de ordenar unas letras que oprimen mi pecho, que se atragantan en mi garganta, y este calor que no siento, que hace que se me hiele el cuerpo, ese escalofrío por mi  medula y los ojos cansados de sollozos que me indican que ya es hora de dormir, pero pedirle a mis entumidos dedos que vayamos a dormir es una tregua que tampoco podemos tener, es como la batalla de todas las mañanas por intentar despertarme. Me quedo escuchando la misma canción más de 30 veces seguidas y por fin acuerdo con mi cuerpo tratar de dormir... Mi cama es un desastre de cobijas, mi cuarto es lo que me recuerda todos los días que debo cambiar la cerradura o de casa y de mantenerla aseada, en lugar de dormir me pongo a organizar mis cosas y tareas para así empezar otro día; puntual al trabajo, correcta en el trabajo, paciente y amorosa con mi familia, excelente estudiante, la novia ideal, en perfecta salud, abundancia y armonía...

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