Y yo avanzo rauda y tranquila.
Encrucijada... Dos caminos, dos veredas distintas,
me detengo a contemplarlos...
Y se quedan inconclusos como mis versos...

Vapor de piedra,
humo en las copas de cedro,
como fantasmas, densos avanzan sobre el paisaje.
Alimento del alma son los acordes de una melodia de amor.
Y yo aun frente al camino sin decidir que hacer
¿Compromiso o Libertad?
Encerrada, presa de la ya conocida rutina...
O libre para amar aun con los tropiezos inciertos
que se pueden o no esperar...

No hay comentarios:
Publicar un comentario