viernes, 21 de septiembre de 2012

Puntos suspensivos...


Tenemos una relación inconclusa como los puntos suspensivos, de eso signos traicioneros que no sabes si empiezan, continúan o definitivamente terminan...

Esto es como ir deshilando una mascada, empiezas tratando de quitar un hilo para componer la bellísima seda, pero en lugar de eso; se corre, se arruga, sigues tirando del hilo hasta que finalmente harta de ceder, en un maravilloso clímax, solo desaparece...

Es difícil latir, hacer correr la sangre por  este nuevo y frágil corazón, sin que no se me atore un coagulo de pesada indiferencia...

Esta noche hay carne por doquier, restos retorcidos de una masacre inesperada, piernas, brazos, piel confusamente mezclada, picassos desnudos yacen en cenizas, son como una estatua esculpida en honor a todo lo que hubo y q en una ardiente batalla nos acabamos...

Un montón de revolcados sentimientos que oscilan entre el hastío y el amor...

Una profecía cumplida; dos estatuas yacen una junta a la otra, estos fríos que nos cubren por las noches, este aire que nos hiela la sangre, los pensamientos, los sentimientos, las ganas...

Duele tocarte como quien toca un piano de teclas de cristal afiladas, pero que emite los mas dulcísimos sonidos y se deleita al escucharlos...

Duele besarte, como quien sabe que toca con la punta de los labios, una copa de veneno...

Este bendito hábito día tras día consume nuestra alma, que corre en una cinta infinita cual moebiüs...

El miedo... Ah ese bastardo miedo que es capaz de separar a los dioses, también entonces debe morir en el corazón de los amantes?...

Dejadme caer y no permitas que vea nunca mas aquello que me mata...

Horrorizados por finalmente decirnos adiós  rosamos la punta de nuestros dedos, intentando sostener la esperanza, agotados...

Mancillemos al amor, destrocemos lo poco que queda, gota a gota desangremos la pasión  asesinemos esta inútil causa...

Así podré volver en paz a la soledad, escupamos todo el veneno que corroe nuestros cansados pasos, dejadme descansar en el los brazos de los tranquilos ríos del inframundo; para que todo amor y odio sea olvidado..

Quiero irme... Se siente como un cometa que vibra y vuela en el aire pero que esta sujeto a un delgado hilo para no quedar a merced del viento...

Quizás después de matar todo esto que nos pudre las ganas de seguir, nos encontrarnos en el el limbo para ir al paraíso...

Empezar nuevamente, amando nuestras almas y no la estructura vacía de materia inerte, deshacernos de esta cenizas y renacer como el fénix y revivir nuestro fuego ...

Al final tal vez estaremos juntos, tanto como dura una larga conversación; pensativos, maravillados, extasiados...

Sólo espero no esperaremos tanto, tanto que no podamos recobrar el brillo y el amor de nuestro ya endurecido corazón...

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